miércoles, 31 de mayo de 2017

¿A quién le corresponde educar, a los padres o a la escuela?

La educación es un proceso largo que comienza siendo impartida por la familia y posteriormente por la escuela. El centro debe tener la habilidad de reunir a padres y alumnos mediante proyectos donde los padres se sientan parte de la educación escolar de sus hijos, porque la educación no empieza y termina cuando suena el timbre de la clase porque los alumnos tienen una vida fuera de la escuela y que les influencia constantemente, es por ello que el centro educativo debe luchar por conseguir la integración de las familias en las escuelas permitiéndoles elegir la educación que quieren para sus hijos. Familia y escuela deben compartir inquietudes, intercambiar informaciones y pensamientos que les ayude a establecer pactos sobre ciertas actuaciones de los hijos.

La familia ha de aplicar los acuerdos tomados y traspasar los conocimientos escolares a la vida diaria y la escuela por su parte tiene que conseguir alcanzar con cada niño los objetivos propuestos  y traspasar los conocimientos familiares a la vida escolar de manera que haya relación entre educación formal y no formal con la eficacia esperada.

En resumen, la educación es una tarea que deben compartir padres y maestros para que así el niño pueda formarse de forma integral. Los padres son los protagonistas principales en el proceso de la educación de sus hijos.  La escuela además de compartir con la familia la labor de la educación, completa y amplía las experiencias formativas.

La educación debe garantizar experiencias que apoyen las vivencias familiares, y nunca sustitutivas de las que recibe en la familia para así lograr un desarrollo pleno de las capacidades de los niños. Para ello, sería ideal mantener un clima cálido basado en el respeto y la confianza, haciendo partícipes a los padres para que puedan de esta forma compartir tanto información como experiencias que ayuden a la intervención educativa.

La familia y la escuela son entidades paralelas y complementarias en el proceso de la educación, por eso, la educación no tendrá éxito si no hay coherencia y comunicación entre los dos ámbitos.

Por tanto, conseguir que la educación sea eficaz depende de una unidad de criterios educativos tanto en la escuela como en casa, por eso, padres y maestros deben estar coordinados y en continua comunicación. 

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